Su espada es algo especial, pues es capaz de atravesar sin problemas cualquier armadura metálica, proporcionar una luz intensa si hay oscuridad y hasta flamear para arrojar a los incrédulos e impíos de cualquier lugar. Por lo tanto, si su problema es de un adversario muy poderoso o una bestia maligna, le puede invocar pues seguro que le ayudará, lo mismo que suele ayudar a los soldados cuando van a pelear.

En la antigüedad fue adorado intensamente por el emperador Constantino y hasta por Nerón, quien antes de morir se convirtió sin problemas al cristianismo porque vio aparecer en el cielo al Arcángel Miguel portando su espada llameante.


Si quieren pedirle algo de manera más directa, casi en vivo, deberán dirigirse al Monte Sant’Angelo, en el Gargano, una gruta muy visitada por los peregrinos, o también a Sant’Angelo Fasanella, cerca de Salerno, también en Italia. Si les gusta algo más fastuoso les encantará la gran basílica en su honor que existe en Lyon, Francia.

Para los cristianos San Miguel es el ángel custodio de Cristo, de su Sagrado Corazón, de la Eucaristía, del Santo Sacrificio de la Misa. Príncipe y Señor de las almas que entran al Cielo, y aseguran que será el vencedor del Anticristo, además de controlar el Juicio Final.

Se dice que descenderá con la llave del Abismo, y una gran cadena en la mano, para atar al Dragón Satánico por 1000 años. Está equipado como un guerrero, con una coraza y una espada, aunque también lo podemos encontrar representado con una lanza, aniquilando a Satanás.  La lanza representa la Fuerza de Dios, con la que se sirve este arcángel para abatir al demonio; la coraza representa la humildad, donde se apagan los dardos encendidos del infierno; la espada, de doble filo, representa la palabra de Dios, que confunde la mentira y disipa la ilusión, de la que se sirve el orgullo de Lucifer para imitar a Dios, perdiendo a las almas.


Todos los demás arcángeles de su orden están, como él, equipados con una lanza y una espada. Ellos asisten a los mártires y a los que deben sufrir persecuciones por Dios. San Miguel los envía en estas circunstancias, para ayudar al Ángel de la Guarda de aquellos que son perseguidos.
Las hazañas de San Miguel Arcángel son innumerables, y se le considera el héroe indiscutible de la primera guerra con Satanás, y el único que jamás se puso en duda.

Su imagen representa la justicia, los cambios importantes, la comprensión de las cosas, y nuestro propio alineamiento con el universo.

Nos insta a luchar por las causas justas, nos confiere valor para salir victoriosos ante cualquier situación y nos llama a acercarnos a todas aquellas causas espirituales y nobles.

Si en nuestra vida se presentan adversidades, San Miguel nos ayudará a mantenernos fuertes, pues a su lado, venceremos todos los males.

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