"Tu eres el motivo de casi todo lo que sucede" -EPICTETO-

Las peticiones con velas son pequeños rituales, dónde el oficiante solicita su deseo ante la llama de una vela. La antigua tradición cristiana retomó esta costumbre pagana, que se vincula al poder del fuego, a través de las peticiones a los Santos encendiendo una vela.

Se trata que experimentes estos sencillos rituales, con recogimiento y concentración.

Necesitarás:

• Cerillas de madera
• papel y lápiz
• 1 Vela (o 1 velón)

Forma de realizar el Ritual

1. Encenderemos la vela con una cerilla de madera	2. Escribiremos en un papel nuestro deseo
3. Mientras arde la vela visualizaremos durante unos minutos nuestro deseo cumplido	3. Finalmente, quemaremos el papel escrito con la llama de la vela, para que nuestro deseo se eleve al Universo

Esta operación deberemos repetirla durante una semana seguida, manteniendo al menos diez minutos para el ejercicio de visualización.

Cuando escribamos nuestro deseo, debemos realizar siempre una pequeña ofrenda a los poderes para que nos asistan. La ofrenda debe ir en relación con nuestra petición. Por ejemplo, si solicítamos menos discusiones familiares, podemos ofrendar tener más paciencia antes de comenzar una discusión. Si deseamos un ascenso, realizaremos nuestras tareas en el trabajo con alegría y dedicación, etc

El color de la vela también debe ir consonancia con el tipo de deseo que solicitemos. Groso modo, a continuación enumeramos los más comunes.

Colores de las Velas para Ritual

• BLANCA. Pureza. Armonía en el Hogar. El color que debemos utilizar si no tenemos otro a mano para nuestros trabajos mágicos • NEGRA. Limpieza. Alejar negatividades • AMARILLA. Trabajo o dinero conseguido con tu esfuerzo • AZUL MARINO. Estudios • LILA. Luz espiritual, Intuición, Protección

• VERDE. Dinero. Juegos. Suerte. • MIEL. Dulcificación. Se puede utilizar en unión a otras velas para suavizar nuestra decisión, o calmar nuestro ánimo • NARANJA. Salud. Viajes. • ROJA. Pasión. Ideal para nuestros trabajos de Amor ó para potenciar el efecto de nuestro propósito