Son las energías principales que habitan en el universo físico, y todo lo que nos rodea está formado por distintas combinaciones de Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua.

Todos los elementos están vinculados y se influyen entre sí. Aplicado al Feng Shui, los elementos de nuestro hogar deben estar equilibrados. Si uno de los cinco elementos se vuelve deficitario o destructivo, podemos tener problemas.

Los cinco elementos
Azul o negro	Rojo	Amarillo o marrón	Blanco o dorado	Verde

En el Feng Shui más avanzado, podemos utilizar los elementos de un espacio para potenciar la Suerte, la Riqueza o el Amor. En este curso más elemental, baste saber que lo ideóneo es que estén equilibrados. En las estancias de nuestra casa deben estar representados todos, y existir al menos un elemento de cada uno.

Consulta la siguiente tabla para conocer qué objetos y materiales representan a los cinco elementos:

Se pueden representar, además, por objetos de su color o representaciones artísticas de los mismos. Por ejemplo, podríamos añadir el elemento Agua a una estancia con cualquier accesorio de color azul o negro. O con un cuadro de una marina o un lago.

Analicemos el siguiente ejemplo en la decoración de un salón, dónde están representados los cinco elementos:

Agua: representado por un gran cuadro de un apacible lago
Fuego: Unas velas sobre la mesa y algunos cojines rojos en el sofá
Tierra: Unos objetos de terracota
Metal: El sofá y las paredes de color blanco
Madera: La mesa y un centro de flores

Cada elemento se relaciona con un determinado tipo de emociones. Si te encuentras deprimido, nervioso, sensible, ... O todo te sale mal, es posible que alguno de los elementos que te rodean no se encuentre en equilibrio. El libro "El Feng Shui Emocional" te muestra cómo remediar este desequilibrio para que puedas alcanzar tus objetivos. ¡Consígelo Gratis con nuestro curso  "El Poder del Feng Shui"!