Debemos ser conscientes de quiénes somos para desarrollar la compasión hacia los demás y hacia nosotros mismos. Aprender a reconocer que cada uno de nosotros actúa lo mejor que puede en el camino elegido, nos permite aceptarnos y comprender mejor a los otros.
Para este ejercicio necesitarás una foto de cuando eras niño. Llévala siempre contigo a lo largo del día. Descubrirás emociones que olvidaste hace mucho tiempo.
Obsérvala. Pregúntate:
• ¿Qué necesita ese niño?
• ¿Qué cualidades tenía ese niño?
• ¿Soy como quería ser?
• ¿Qué debería cambiar de mi mismo?
Puedes informarte de los centros de energía y los Chakras en Ediciones Misterios.
Recurre a la sabiduría de ese niño interior para que te guíe. Si estás en una situación que te hace desgraciado, pregúntale a tu niño qué haría para remediarlo.