Las prácticas ayurvedas de la India son quizá el sistema más antiguo que se conoce de utilización de los minerales como elementos curativos. En esta antigua medicina, todas las cosas dentro del universo reflejaban sus energías correspondientes en el cuerpo humano. Se combinaban el conocimiento sobre astronomía, hierbas y piedras preciosas para elaborar sofisticados remedios curativos.
En la cultura clásica de Grecia y Roma, y más tarde en la Edad Media, las piedras preciosas estaban relacionadas con los vicios y las virtudes. Piedras como el ágata, la carneola, rojas o anaranjadas, estaban asociadas al coraje y el éxito.
En muchas culturas, desde tiempos remotos, se han venido utilizando piedras preciosas por emperadores, reyes y sacerdotes para reforzar las posibilidades de éxito y triunfo. No sólo como símbolo de riqueza, portando estas piedras también se creía que sus poderes asociados influirían en la suerte del portador. Los curanderos utilizaban el cuarzo para examinar a su pacientes. Una vez localizado el área afectada por la enfermedad, se frotaba el cristal del cuerpo para expulsar sus desequilibrio.
Incrustar gemas a símbolos y amuletos, aumentan sus poderes mágicos, además de embellecer su apariencia. |
La colocación de piedras sobre y alrededor del cuerpo con fines curativos, parece ser una tendencia proveniente de diferentes tradiciones. Los conocimientos en la India y el Tibet sobre la anatomía del cuerpo humano (Chakras), han sido combinadas con las terapias del color (cromoterapia). En otros métodos de curación, los cristales son usados para dirigir o amplificar la energía curativa que fluye hacia el campo aurico del paciente. De ahí el uso tan extendido de los masajeadores, puntas de minerales o varas de poder (estas últimas como amplificadores de la energía, se utilizan en diversas técnicas sanadoras y mágicas).
Todos estas nuevas técnicas contempóraneas, junto con las arraigadas costumbres de utilizar joyas y gemas, dan continuidad a esta vieja relación entre las energías telúricas de los cristales y el ser humano.