Es curioso como la mayoría de la gente suele asociar la magia con sangre, sapos y complejos rituales de extrañas lenguas. Pero esto no es así en el caso de la Magia Blanca. Se emplean cosas muy sencillas: velas, semillas, inciensos, ... y objetos cotidianos en general. No es necesario ninguna complicación extraordinaria. El verdadero poder de la Magia esta en nosotros mismos, y en la misma naturaleza del Universo que nos rodea.
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