Toma un recipiente grande y llénalo con agua tibia a caliente según lo prefieras.
Luego, frótalos bien con un jabón de sal del Himalaya, dándoles un suave masaje.
Deja tus pies sumergidos mientras se relajan durante unos quince minutos.
Realiza esta operación algunas veces a la semana para renovar, refrescar y relajar tus pies cansados. Este tratamiento es relajante y refrescante. Aliviará también algunos problemas óseos, como la artrosis y algunas inflamaciones.
Mientras ves televisión, lees o realizas otra actividad estando sentado, comienza a rodar tus pies en una pelota de tenis o algún rodillo. Hazlo una y otra vez. Aumentará la flexibilidad de tus músculos y articulaciones, además de ser un agradable masaje.