Manos a la obra:
Debemos conseguir un recipiente, a ser posible transparente y sin aristas rectas (o con las menos posibles), lo ideal sería en una esfera -o cercano a una esfera- y transparente. Es preferible que su tamaño no sea muy grande, para que concentre las cualidades de limpieza de nuestros elementos básicos.
En el fondo del recipiente colocaremos algunas piedras de onix, de color negro, creando una primera capa entre el vidrio y la siguiente capa.
Una vez colocada esta capa, sobre ella, añadiremos una segunda capa de cuarzo transparente, también llamado cristal de roca. Este mineral nos servirá para "atrapar" y neutralizar las energías negativas del objeto que deseamos limpiar.
Ya tenemos dos capas, una de onix que aisla del exterior y otra de cuarzo transparente que atrapará las impurezas energéticas. Tan solo nos queda incluir el filtro principal, la sal. Para ello podemos utilizar la llamada "sal gruesa seca" de color blanco, y origen marino; o sal de origen mineral, como lo es la sal del himalaya, de color anaranjado. Incluso podemos utilizar una mezcla al 50% de cada una de ella, con lo que aportamos elementos tanto de agua como de tierra a nuestro trabajo mágico.
Ahora sólo queda tomar nuestro amuleto con la mano derecha, girar alrededor de la "boca" de nuestro limpiador tres veces en sentido contrario a las agujas del reloj, y, despacio, con pequeñas oscilaciones de la mano, semienterrarlo en la capa de sal.
Esta limpieza, al estar potenciada por la acción de los minerales y la forma esférica actúa de modo muy rápido, de modo que en tan solo unos minutos tendremos nuestro amuleto o talismán limpio. No tendremos que esperar largas horas, como en los rituales en los que se utiliza la luna.
Si quieres probar cómo funciona, puedes pasarte por nuestra tienda con tu amuleto y de modo totalmente gratuito utilizar nuestro limpiador.
Si prefieres hacer tu propio limpiador. También puedes encontrar los elementos en Misterios del Futuro.