Es uno de los remedios más eficaces para calmar las malas energías procendetes de las casas que están enfrente o detrás de la nuestra.
Basta rellenar un recipiente con agua, que esté quieta y no produzca burbujeos. A este agua le llamamos agua Yin.
Después colocaremos una vela en el centro para crear un punto de energía Yang. Situaremos este recipiente cerca de la pared que compartimos con los vecinos, y absorverá la energía hostil procedente de allí.
El recipiente recibirá la energía negativa y la transformará en energía positiva.
Foto: Cuenco de vidrio de la tienda Misterios del Futuro
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