Muchas veces nos guiamos por aquello que se supone que debemos desear, y no por lo que realmente queremos. Puede que aquella persona no sea feliz porque para ganar dinero abandonó su verdadera vocación. O su pareja no le satisface, pero tiene miedo de romper con su vida cómoda y segura.
Debemos realizar un verdadero ejercicio de introspección para averiguar lo que realmente necesitamos, y no aceptar sin más aquellas normas socialmente aceptadas que se suponen deben hacernos feliz.
Una vez sepamos aquello que deseamos realmente, descúbramos cómo podemos convertirlo en realidad. Y cuáles son nuestras habilidades al respecto. Por ejemplo, supongamos que deseamos ganar mucho dinero. Soy una persona comunicativa y social, pero no tengo estudios universitarios. Pues aprovechemos nuestras capacidades para conseguirlo. Si soy buena comunicadora, cualquier puesto comercial con comisiones, dónde trate con gente, hará que mis ingresos se incrementen notablemente. Y además, disfrutaré charlando con mis clientes.
Si sabes encontrar lo que necesitas, la Magia sólo necesita abrirte el camino hacia la felicidad. Por el contrario, si no descúbres qué deseas realmente, ningún hechizo dará resultado. Puedes pretender no sentirte tan triste y deprimida, pero tienes que explorar qué te hace sentir así. Puede que ya no ames a tu pareja, o que imaginaste una vez una vida apasionante llena de viajes y aventuras, o soñabas con convertirte en una gran pintora, ...
Resultado: Buscaste ayuda en médicos, psicologos, videntes, ... para aliviar tu aflicción. Nada tuvo resultado, porque no sabias la causa real de tu desdicha.
Consejo: Si no sabes lo que quieres, dedicate un tiempor a ti mismo. Ejercita la meditación y la reflexion. Averigua que deseas en el fondo de tu corazón.